Delineemos el Terreno—La Anticoncepción & la Fertilidad
La procreación es un mandato normativo y bíblico. Los niños son un regalo de Dios y han de ser bienvenidos y criados.1 Sin embargo, lamentablemente, un número creciente de parejas o escogen no tener hijos por conveniencia o no pueden tener hijos debido a la infertilidad.
La cultura occidental — especialmente la cultura norteamericana — se ha convertido en decididamente anti-natal. Los niños a menudo son vistos como un obstáculo innecesario para conseguir las metas económicas, sociales o profesionales. A los niños se los ve como inconvenientes. Esta actitud, junto con el desarrollo de “la píldora”, ha contribuido a la mentalidad anticonceptiva2 de la cultura, donde uno asume que las parejas retrasarán el tener hijos hasta que sea más conveniente o aun indefinidamente; y donde la esterilización para limitar el número de hijos se ha convertido en una norma.
Algunas formas de contracepción permiten la concepción pero impiden la implantación del niño ya concebido en el vientre materno (Ej., DIU, la píldora del día después, y en algunos casos, la píldora anticonceptiva), convirtiéndolas en el equivalente moral del aborto. Mientras que algunas formas de anticoncepción puedan ser moralmente permisibles, Kairos Journal encuentra a las formas abortivas moralmente indefendibles.
A más de no tener hijos voluntariamente, la infertilidad impacta a casi 2.5 millones de norteamericanos. La “infertilidad” es el diagnóstico dado a una pareja que no pueden concebir luego de un año de relaciones sexuales sin protección. Una asombrosa variedad de drogas, técnicas, y tecnologías están al alcance de parejas que experimentan la infertilidad. Las tecnologías de reproducción artificial ofrecen una sopa de letras de opciones:3 FIV, IAC, IAD, TIG, TIE, ICSI, madre substituta, y más. Clasificar las implicaciones éticas de estas opciones se convierte en una tarea desalentadora para algunas parejas.
Simultáneamente a estas tendencias, muchos católicos y un número creciente de evangélicos se están convirtiendo en ardientes proponentes de la planificación familiar natural. Mientras que Kairos Journal sostiene que algunos tipos de anticoncepción son moralmente permisibles, la cultura anticonceptiva debe ser resistida, y los niños deben ser recibidos con gratitud a Dios nuestro Padre.
Cada vez más, a los pastores se les está pidiendo que aconsejen a las parejas acerca de la infertilidad, pero a menudo con poco conocimiento de las opciones o la ética de éstas. Kairos Journal aspira ayudar a pastores y a otros consejeros a navegar por este laberinto moral.