Estimado Pastor,
A través de los años mi esposa y yo hemos trabajado entre lo que comúnmente se consideran sectores de la sociedad influyentes, ella está en los medios y yo en el mundo corporativo. En nuestras carreras y viajes, hemos sido testigos de de un declive dramático en la influencia de la iglesia, y como consecuencia, en la vitalidad espiritual y moral de nuestra cultura. Hemos tenido una creciente convicción que la esperanza de un pueblo y de la democracia, no yace en oficiales electos, empresarios, líderes militares, académicos o personalidades de los medios de comunicación. Esta está basada sobre la fidelidad de sus pastores Cristianos.
Uno de estos pastores fue André Trocmé, quien sirvió en una pequeña iglesia Protestante en el sur de Francia durante la Segunda Guerra Mundial. En gran parte por su predicación y ejemplo, el pueblo de Chambon se convirtió en un refugio para los judíos que escapaban de la persecución nazi. Con gran riesgo personal, él y su congregación escondieron a estos refugiados hasta que pudiesen escapar por la frontera suiza. Enseñados en la Palabra, ellos simplemente vieron que el rescate era su deber Cristiano.
Muchos han escuchado de los esfuerzos de William Wilberforce en el Parlamento para abolir el tráfico de esclavos británico. Pocos, sin embargo, conocen de su fundamento espiritual, de su iglesia madre en Clapham, Inglaterra, donde fue fortalecido e inspirado por la predicación de John Venn. Soñamos que una nueva generación de predicadores como John Venn emerja para inspirar e instruir a una nueva generación de hombres de acción como William Wilberforce.
Es un tiempo crítico, un momento kairos. Muchos dicen que el occidente es una “civilización desarraigada”, apenas sustentada por la perspectiva Cristiana que alguna vez le dio vida. El florecimiento se está desvaneciendo a un ritmo espantoso; estamos desesperados por una renovación espiritual, fundamentada en Cristo y Su Palabra.
Estamos convencidos que la gran causa de este día es alentar, equipar y animar a los pastores en su trabajo ordenado por Dios. Para este propósito, hemos establecido el Kairos Journal.
Sinceramente,
Emmanuel A. Kampouris
Kairos Journal
|